Ysuf ibn Hadal, Hashashin

Bueno, aquí va la ficha de uno de mis (muchos) vampiros xD. No voy a utilizar las fichas de VtM ni la ambientación de WoD, para que los personajes sean más compatibles, pero sí utilizaré las habilidades y los clanes, ya que me gustan y dan “riqueza” a los personajes, en mi opinión.

Nombre real: Ysuf ibn Hadal.
Apodo: Hashashin.
Sexo: Masculino
Edad: Desconocida, aspecto joven.
Raza: Vampiro Gangrel de 9ª generación (aunque convivió largo tiempo con Assamitas).
Clase: Asesino.
Apariencia: Un joven árabe, de unos treinta años, aspecto saludable y excelente forma física. Destacan en él sus ojos completamente negros, a juego con el pelo, largo hasta los hombros, ondulado. También llaman la atención los símbolos y tatuajes que cubren su cara. Sin embargo, es raro ver algo de todo esto, pues suele ir cubierto.
Vestimenta: Suele vestir ropas sencillas de tela negra, sujetas por cintas de cuero para que todo el atuendo esté pegado al cuerpo y no moleste. Completan el conjunto unos guantes y unas botas de cuero flexible, del mismo color que el resto. Lleva la cabeza cubierta por una capucha ceñida y un pañuelo tapa la parte inferior de su rostro, quedando a la vista únicamente los ojos.
Armamento e inventario: Dos puñales largos muy ornamentados, sable de plata, agujas arrojadizas. Colgados del cinturón suele llevar múltiples saquitos con polvos que pueden provocar pequeñas explosiones y gran cantidad de humo al ser arrojados.
Habilidades: Las propias de un asesino. Disciplinas: Celeridad, Protean, Fortaleza.
Desventajas: Las propias de un vampiro, no puede salir de día, la verdadera Fe lo repele, una estaca en el corazón lo inmoviliza.
Historia: (muy breve, igual da la sensación de que faltan cosas xDD)
Ysuf había sido un viajero en su vida humana. Hijo de mercaderes, mantuvo el negocio de las caravanas por el desierto hasta que un día, harto de esa vida, decidió unirse a un grupo de nómadas del desierto. Fue difícil que lo aceptasen, y le pusieron múltiples condiciones, desconfiando de él… sin embargo, aquella decisión le valió la entrada en una vida nueva, en la no-vida. La mayoría se habría traumatizado, pero para él el abrazo supuso una oportunidad de hacer todo aquello que, en el fondo de su corazón siempre había anhelado.
Aficionado a las novelas e historias sobre asesinos, admirado por las historias sobre los hashashin, le faltó el tiempo para traicionar a su sire, que pretendía enseñarle las leyes del respeto hacia los demás y hacia uno mismo. Aquellos poderes no eran para esconderlos, sino para dar buen uso de ellos. Cuando una bella assamita le ofreció unirse a ellos a cambio de ayudarles a acabar con el que lo había abrazado, no dudó. Hicieron falta cuatro vástagos para someter los poderes del antiguo Gangrel, pero finalmente lo lograron.
Durante años, Ysuf se entrenó con ellos y aprendió las artes del asesinato, hasta que también se cansó de eso. Durante ese tiempo también aprendió que aquellos asesinos tenían leyes estrictas sobre qué trabajos aceptar, qué pagos cobrar, qué parte debía ir a parar al “maestro”. Cansado de todo aquello, acabó con sus compañeros uno por uno, para después marcharse a los Estados Unidos, donde probaría fortuna como trabajador independiente…