Leales al Príncipe [Post I]
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Leales al Príncipe [Post I]
En algún momento de la última semana, mientras estabais en algún lugar que soláis frecuentar, o tal vez en vuestra propia casa, un ghoul fue a buscaros. Era un hombre corriente, de alrededor de metro ochenta, pelo negro corto y aspecto cansado, vestido con unos vaqueros y una chaqueta de piel. Os dijo que habíais sido convocados, en nombre del Príncipe, para un asunto de considerable importancia. Os pidió que no lo comentaseis con nadie, os dio un papel con una dirección, una fecha y una hora, y se marchó sin responder a preguntas. (En vuestro post comentad brevemente si lo tratáis con cortesía, intentáis amenazarlo para sacarle más información, en general cómo fue el encuentro).
Cuando examináis el documento, podéis ver que está escrito a ordenador, impreso en tinta negra corriente, pero después del texto está el sello del Príncipe estampado sobre un pegote de lacre rojo. Hasta donde vosotros sabéis es legítimo, y si intentáis confirmar de algún modo que no sea una falsificación, comprobaréis que todo está en orden. Según qué día os diesen el papel habéis tenido entre una semana y un par de días para hacer preparativos y posibles indagaciones, pero en cualquier caso el día ha llegado y, sin haber podido descubrir gran cosa ni encontrar nada sospechoso, os dirigís al lugar de reunión, a la hora indicada. (En vuestro post comentad brevemente los preparativos que hagáis, investigación, si comentáis con alguien el asunto o le enseñáis a alguien el papel, etc).
El lugar elegido para la reunión es un club privado en la zona más rica de la ciudad. En la puerta un par de seguratas, probablemente ghouls, os registran y os despojan de cualquier arma que llevéis. También os piden que les entreguéis el documento con el sello del Príncipe a modo de “entrada”, para estar seguros de que sois quien decís ser y de que en efecto habéis sido convocados. Os pongáis como os pongáis, tanto las armas como el papel se quedarán en la entrada, con la promesa de que se os devolverán luego (si montáis el numerito o algo comentadlo en vuestro post de todos modos).
Una vez dentro del local os hacen sentaros conforme vais llegando, en uno de los extremos de una mesa de reuniones bastante grande. En el otro extremo una figura permanece oculta entre las sombras, y no sois capaces de distinguir con claridad siquiera si es un vampiro o un mueble, aunque tenéis la sensación de que os observa. Cuando estáis todos da un par de golpes en la mesa, pidiendo silencio. Un par de luces se encienden, dejando ver que va vestido con un traje caro, así como su rostro. Los que sepáis quién es el Sheriff y lo hayáis visto alguna vez, lo reconoceréis. Es un hombre robusto, con apariencia de alrededor de treinta años, bien afeitado y con un corte de pelo juvenil. Pese a su forma física, sus movimientos no carecen de elegancia. Tras miraros uno por uno, se levanta y empieza a hablar.
- Disculpad el secretismo y las medidas de seguridad, pero en estos tiempos que corren nunca se es demasiado cuidadoso. La tarea que se os va a encargar es de la máxima importancia, eso es algo que debéis comprender. Os dará una idea del cuidado y el esfuerzo que debéis poner... y también de las recompensas que podéis esperar - El tono es tranquilo y amable, y termina la frase con una sonrisa, dando a entender que esta podría ser una magnifica oportunidad para vosotros para medrar en la sociedad vampírica, y que si habéis sido elegidos es porque destacáis entre vuestros pares. Deja unos instantes de pausa para que la idea se asiente en vuestra cabeza, y luego retoma su explicación.
- Si por algún motivo decidieseis que no queréis aceptar, sois libres de marcharos en cualquier momento, pero nada de lo que yo diga debe salir de aquí. Dicho esto, permitirme que vaya al grano. Hay rumores de la existencia de una gema, creada hace siglos mediante rituales de magia de sangre, capaz de controlar la voluntad de cualquier vástago con solo unas gotas de su sangre. De ser verdad lo que cuentan, su poder es mayor que el de cualquier hechizo de dominación, cualquier vínculo de sangre. No hace falta que os explique cómo de peligroso puede ser eso en manos de la persona equivocada.
Es por eso que el Príncipe ha decidido que debe ser puesta a salvo, especialmente porque, según nuestras últimas informaciones, se encuentra en la ciudad. Vuestra tarea será dirigiros al lugar en que se encuentra y recuperarla. Por supuesto, no pretendemos que os enfrentéis solos a quien pueda ser su actual propietario, habrá una distracción, un ataque al lugar... sin embargo, solo vosotros sabréis el verdadero motivo. Supongo que esto os da una idea de la confianza que se deposita en vosotros, y con ella aceptáis también una gran responsabilidad.
Se os proporcionará un mapa del lugar en que debéis buscar, con las ubicaciones que creemos probables marcadas. Es posible que también pueda ayudaros a encontrar una entrada, aunque por ahora eso será vuestra tarea, una pequeña... puesta a prueba de vuestras capacidades, podríamos decir. ¿Comentarios? -
FDI: Hasta aquí por ahora. Como he dicho ya, tenéis que explicar toda la semana o X días que han pasado desde el aviso hasta la reunión. No hace falta que pongáis día a día con todo detalle, pero sí las cosas relevantes. Explicad también cómo llegáis a la reunión, vuestro comportamiento y demás, y por último si queréis decir o preguntar algo.
Cuando examináis el documento, podéis ver que está escrito a ordenador, impreso en tinta negra corriente, pero después del texto está el sello del Príncipe estampado sobre un pegote de lacre rojo. Hasta donde vosotros sabéis es legítimo, y si intentáis confirmar de algún modo que no sea una falsificación, comprobaréis que todo está en orden. Según qué día os diesen el papel habéis tenido entre una semana y un par de días para hacer preparativos y posibles indagaciones, pero en cualquier caso el día ha llegado y, sin haber podido descubrir gran cosa ni encontrar nada sospechoso, os dirigís al lugar de reunión, a la hora indicada. (En vuestro post comentad brevemente los preparativos que hagáis, investigación, si comentáis con alguien el asunto o le enseñáis a alguien el papel, etc).
El lugar elegido para la reunión es un club privado en la zona más rica de la ciudad. En la puerta un par de seguratas, probablemente ghouls, os registran y os despojan de cualquier arma que llevéis. También os piden que les entreguéis el documento con el sello del Príncipe a modo de “entrada”, para estar seguros de que sois quien decís ser y de que en efecto habéis sido convocados. Os pongáis como os pongáis, tanto las armas como el papel se quedarán en la entrada, con la promesa de que se os devolverán luego (si montáis el numerito o algo comentadlo en vuestro post de todos modos).
Una vez dentro del local os hacen sentaros conforme vais llegando, en uno de los extremos de una mesa de reuniones bastante grande. En el otro extremo una figura permanece oculta entre las sombras, y no sois capaces de distinguir con claridad siquiera si es un vampiro o un mueble, aunque tenéis la sensación de que os observa. Cuando estáis todos da un par de golpes en la mesa, pidiendo silencio. Un par de luces se encienden, dejando ver que va vestido con un traje caro, así como su rostro. Los que sepáis quién es el Sheriff y lo hayáis visto alguna vez, lo reconoceréis. Es un hombre robusto, con apariencia de alrededor de treinta años, bien afeitado y con un corte de pelo juvenil. Pese a su forma física, sus movimientos no carecen de elegancia. Tras miraros uno por uno, se levanta y empieza a hablar.
- Disculpad el secretismo y las medidas de seguridad, pero en estos tiempos que corren nunca se es demasiado cuidadoso. La tarea que se os va a encargar es de la máxima importancia, eso es algo que debéis comprender. Os dará una idea del cuidado y el esfuerzo que debéis poner... y también de las recompensas que podéis esperar - El tono es tranquilo y amable, y termina la frase con una sonrisa, dando a entender que esta podría ser una magnifica oportunidad para vosotros para medrar en la sociedad vampírica, y que si habéis sido elegidos es porque destacáis entre vuestros pares. Deja unos instantes de pausa para que la idea se asiente en vuestra cabeza, y luego retoma su explicación.
- Si por algún motivo decidieseis que no queréis aceptar, sois libres de marcharos en cualquier momento, pero nada de lo que yo diga debe salir de aquí. Dicho esto, permitirme que vaya al grano. Hay rumores de la existencia de una gema, creada hace siglos mediante rituales de magia de sangre, capaz de controlar la voluntad de cualquier vástago con solo unas gotas de su sangre. De ser verdad lo que cuentan, su poder es mayor que el de cualquier hechizo de dominación, cualquier vínculo de sangre. No hace falta que os explique cómo de peligroso puede ser eso en manos de la persona equivocada.
Es por eso que el Príncipe ha decidido que debe ser puesta a salvo, especialmente porque, según nuestras últimas informaciones, se encuentra en la ciudad. Vuestra tarea será dirigiros al lugar en que se encuentra y recuperarla. Por supuesto, no pretendemos que os enfrentéis solos a quien pueda ser su actual propietario, habrá una distracción, un ataque al lugar... sin embargo, solo vosotros sabréis el verdadero motivo. Supongo que esto os da una idea de la confianza que se deposita en vosotros, y con ella aceptáis también una gran responsabilidad.
Se os proporcionará un mapa del lugar en que debéis buscar, con las ubicaciones que creemos probables marcadas. Es posible que también pueda ayudaros a encontrar una entrada, aunque por ahora eso será vuestra tarea, una pequeña... puesta a prueba de vuestras capacidades, podríamos decir. ¿Comentarios? -
FDI: Hasta aquí por ahora. Como he dicho ya, tenéis que explicar toda la semana o X días que han pasado desde el aviso hasta la reunión. No hace falta que pongáis día a día con todo detalle, pero sí las cosas relevantes. Explicad también cómo llegáis a la reunión, vuestro comportamiento y demás, y por último si queréis decir o preguntar algo.
Re: Leales al Príncipe [Post I]
OFF: Sé que el post es muy largo, lo reconozco. Doy mi palabra que será el único post de esta partida con tanta extensión, siendo los siguientes que escriba mucho más breves. Es la primera vez que juego a “Vampiro: La Mascarada” por lo que si alguien ve un fallo en lo que he roleado, cualquier cosa, no dude en avisarme para editarlo ¡¡Suerte a todos y larga vida a mi mismo el Príncipe!!
En aquel momento, había venido con mi simple pantalón y cazadora negra abierta, mostrando una sencilla camisa blanca. Esta vez me había quitado las lentillas, ya que ante los vástagos no ghouls era necesario ocultar mis ojos rojos. Me guiaron hasta una enorme mesa, algo oscura, en donde parecía que no había nadie, o eso a simple vista, ya que al fondo parecía haber una figura oculta en sombras, aunque no estaba seguro si se trataba de un ser vivo, un ser no-muerto, o un mero mueble.
-Buenas, soy Jack Holmes, vengo como el Príncipe me solicitó, encantado.-dije a la sombra, por si acaso respondía. Pero no lo hizo. Ignoré la falta de respuesta y me senté en uno de los asientos, a la espera.
Otros tres vástagos acudieron a la cita. A la medida que se iban acercando, yo me fui levantando y les mostraba mi mano con intención de estrecharla a cada uno de ellos, a la vez que les decía mi nombre con una agradable sonrisa, deseando causar buena impresión. Aunque con una vampiresa en concreto me permití el lujo de ir un poquito más lejos.
-¡¿Jennifer McHugh?! ¡Qué gran honor el conocerla! Soy un fan de sus películas, ¿puedo pedirle el favor de que me firme un autógrafo? ¡Seré la envidia de mis amigos!-comenté mientras le pasaba un bloc de notas y un bolígrafo. Realmente no es que fuera muy cinéfilo, pero cuando era humano y salía con amigos de la facultad a veces íbamos al cine y sabía reconocer a una estrella. La verdad es que la mujer me traía cierto interés, pues conociendo el tipo de películas que hacía, descubrir que ella también era una vampiresa no dejaba de resultar irónico.
Pero no hubo mucho tiempo para más presentaciones. Un par de golpes a la mesa llamaron mi atención y vi como las luces se encendieron y la figura de la sombra se reveló como un hombre joven de unos treinta años, algo robusto. Nunca le había visto antes, pero en la Capilla ya me habían hablado de él, por lo que le reconocí enseguida. Era el Sheriff. Y sin presentarse ni nada, fue directo al motivo por el que nos habíamos reunido todos.
Mis ojos rojos se pusieron en blanco unos instantes ¡¡¿Semejante gema con tal poder existía?!! Mi primer impulso era poseer esa gema, hacerme con su poder y aprovecharlo para alcanzar la gloria absoluta dentro de la sociedad vampírica. Pero rápidamente descendí de las nubes. No, no era sensato que un neonato como yo, que todavía no tenía suficiente poder como vampiro, tuviera una gema semejante. Su poder sólo me traería enemigos y problemas, y no duraría mucho. No, la mejor opción era la que decía el Sheriff, que la gema estuviera controlada por el Príncipe. Así, cuando yo alcanzara el poder suficiente para convertirme en Príncipe, podría conseguir la gema y usar su poder sin miedo. No había prisa en usar tan poderoso artilugio mágico. Una de las ventajas de ser vampiro es que uno, si juega bien sus cartas, tiene a su disposición todo el tiempo del mundo.
Entonces el Sheriff preguntó si teníamos dudas. Por mi parte, un montón. La primera era saber por qué nos habían escogido a nosotros para esa tarea, pero no la formulé, no fuera que pensara el Sheriff que dudaba de mis capacidades, o que dudara de las capacidades del resto de los presentes. Así que me fui a otra pregunta, también bastante importante.
-Antes de nada, gracias por confiar en nosotros para la misión. No le defraudaremos.-comenté con plena confianza en mi mismo, para elevar la confianza del grupo.-Ahora bien, necesitamos saber algo más de esa gema ¿Cómo es que semejante artilugio ha llegado a esta ciudad? ¿Quiénes son sus posibles poseedores? ¿Y quiénes, aparte de nosotros y del Príncipe, conocen de la existencia de la gema? En definitiva ¿contra quién es posible que nos toque enfrentarnos?
Conocer al enemigo era el primer paso para ganar una batalla. Aun así, me sentía incómodo con esa misión. Yo era un investigador, no un luchador. Lo mío era pensar, y este tipo de gestas que implicaban actuar sin tiempo para pensar no eran precisamente lo mío. Pero si el Príncipe me había elegido, no podía negarme. Recuperaría la gema para el Príncipe, costase lo que costase.
Edit by Admin: He puesto en spoiler todo el rollo de antes de llegar a la reunión, que al resto de jugadores ni les va ni les viene y es probable que les desmotive bastante tener que leer dos páginas de post para luego ver que no tiene nada que ver con ellos. Creo que ya lo dije pero lo reitero, intentad ser breves.
- Spoiler:
El bufete Sephard&Hawke y asociados es un bufete bastante peculiar. Realmente, este altamente reputado bufete es peculiar en muchos sentidos, pero hay uno de ellos más interesante que el resto, y se trata de que, si bien las horas de atención al público terminaron hace mucho, siempre hay alguien en el bufete a hasta altas horas de la madrugada. La mayoría de las veces, ese alguien suele ser Stan Sephard, uno de los dos socios del bufete, al que es prácticamente imposible encontrarse con él por las mañanas, siendo su socio Selma Hawke quien atiende a todos aquellos que viene al bufete en busca de defensa frente a la expresión material de la justicia. Sin embargo, desde hace un año yo también voy mucho por allá a esas intempestivas horas. Básicamente, desde que fui abrazado, y me convertí en un vampiro, por honra y gracia del mismo Stan Sephard. Y esa noche no era una excepción.
Yo estaba en una mesa cercana a la puerta, mientras que mi estimado sire se encontraba encerrado en su despacho. Aviso que mi vida como pasante de abogado no me consume toda mi larga vida vampírica, puesto que la mayoría de los días (perdón, noches) las dedico a mis investigaciones de Taumaturgia, que sinceramente, encuentro actualmente más interesantes que el sistema de justicia humano, que desde que me enteré de la existencia de una sociedad vampírica por encima de la sociedad humana misma, con sus normas y leyes internas, y de la que actualmente formo parte, dejó de parecerme tan excitante. Pero no por ello iba a tirar mis años de estudio por la borda, y además, debía ganarme el pan (y la sangre) igualmente. Ser un Tremere no te hace la vida más fácil.
Pero vamos, que me pierdo. El caso es que esa noche estaba releyendo casos antiguos para buscar ayuda en un caso reciente que estaba resolviendo mi sire, cuando llamaron a la puerta de la oficina. Obviamente, me extrañé. Era muy raro que alguien llamara a esas horas. De hecho, durante todo el tiempo que llevaba trabajando en el bufete, nadie llamó a la puerta, absolutamente nadie, a esas horas. Miré a la puerta del despacho, pero si mi sire había escuchado la puerta, no lo parecía. Así que decidí ver quién era, no sin ponerme mis lentillas y desde luego, no sin poner mi mano en mi pequeño revolver Colt del 39 que siempre llevaba conmigo. Esta pequeña joya la compré hacía varios años, cuando todavía era humano, para defenderme de posibles ladrones o atracadores. La vida en EE.UU. es así, nunca se está demasiado protegido. Ni cuando se es un vampiro. Por eso, incluso en esa situación, no me desembaracé de ella. Aunque mis estudios y mis investigaciones de taumaturgia no me llevaron apenas para aprender a manejar bien mi arma de fuego, sabiendo de ella sólo lo básico: quitar el seguro, apuntar, disparar y cuidado con el retroceso.
Pero que tuviera una mano en mi pistola no significaba que la mostrase en público. Coloqué la pistola en el bolsillo trasero de mi pantalón, así como mi mano diestra, de tal manera que no se viera realmente lo que estaba haciendo. Mientras, con la mano izquierda abrí la puerta y saludé al hombre que había llamado con una abierta sonrisa.
-Muy buenas. Bienvenido al buffet Sephard&Hawke ¿Puedo ayudarle en algo?-pregunté educadamente, mientras miraba a los ojos al hombre, claramente humano, de pelo negro, visiblemente cansado.
-¿Es usted Jack Holmes?-preguntó de manera directa el hombre, mirándome directamente a los ojos también. Menos mal que ese día me había puesto las lentillas, porque es un poco difícil de explicar a un humano cómo es posible que los ojos de un servidor sean del color de la sangre. Normalmente, si a un humano le cuentas que los tienes así porque te olvidaste de ciertos preparativos a la hora de llevar a cabo cierto hechizo de Taumaturgia, quedando como un idiota frente a tus compañeros Tremere, ese humano lo más probable es que se te quede mirando con cara de idiota. Pero ese hombre lo único que veían eran unos ojos de un precioso color marrón. Asentí con la cabeza respondiendo a su pregunta y me entregó un sobre.-El Príncipe le ha convocado a una reunión de suma importancia para dentro de una semana. Los detalles están en el sobre. Es un asunto vital, no falle.
Ni que decir tiene que me quedé de piedra al oír el motivo de por qué ese humano había venido a verme. El Príncipe, el mismísimo Príncipe en persona, me había llamado. A mí. Era sumamente increíble, sólo llevaba un año como vampiro ¿por qué estaba el Príncipe interesado en mí? No creía haber hecho méritos suficientes para ello, durante un año lo máximo que hice era investigar para el Clan Tremere y trabajar como un mero pasante en un bufete de abogados. Quizás fuera por mis estudios… Con ellos fue con los que llamé la atención de mi sire, y me gané el abrazo ¿Pero y si se trataba de una trampa? Fuera como fuera, acepté el sobre con una resplandeciente sonrisa en mi cara.
-Muchísimas gracias por el mensaje, caballero ¿Puedo preg…?-empecé a decir mientras cogía el sobre y le agradecía con una respetuosa reverencia, pero el hombre inmediatamente negó con la cabeza.
-Lo siento, si quiere respuestas a sus preguntas, tendrá que formularlas en la cita acordada en el sobre, no antes.-replicó el ghoul, y yo me limité a asentir con la cabeza agradecido.-¡Ah! Y ni se le ocurra comentarle a nadie el contenido de la carta o que ha sido convocado a la reunión.
-Me parece bien. Muchísimas gracias igualmente por las molestias, señor.-le respondí, de nuevo agachando humildemente con la cabeza a modo de despedida. Él hizo lo mismo y se dio la vuelta para marcharse, a lo que yo cerré la puerta.
Lo primero que hice fue abrir de inmediato el papel y leerlo de arriba abajo. No decía gran cosa, poco más de lo que había dicho el hombre, salvo detalles concretos como el lugar (ahí solté un silbido, pues se trataba de un club bastante caro de uno de los barrios más lujosos de la ciudad, algo bastante ajeno a mí, casi tan pobre como las ratas), el día, la hora, y la importancia de la reunión, así como que era el Príncipe quien la convocaba. Como prueba de ello, un sello color rojo firmaba el documento.
Rápidamente volví a mi mesa y seguí trabajando como si nada, aunque a los dos minutos, mi sire salió por la puerta, y me preguntó acerca de quién había llamado a la puerta. Alcé mi vista de los libros que estaba leyendo y le sonreí educadamente.
-Nadie importante, sólo un mendigo que había visto luz desde la calle y quería pedirnos dinero. Le contesté que si mi jefe no me aumentaba la paga, le haría la competencia en breve, así que no podía ayudarle. Y se fue.-mentí con sencilla naturalidad, para luego volver a poner mi vista en los libros que tenía delante.
-Muy gracioso. Así agradeces todo lo que he hecho por ti ¿te parecerá bonito?-replicó mi sire, pero si estaba realmente enfadado no se le notaba para nada, pues me dedicó una sonrisa y todo antes de volver al despacho.
No, no iba a comentar a mi sire el mensaje que había recibido. Ni a mi sire, ni a ningún Tremere en particular ni a absolutamente nadie. Si la carta era realmente del Príncipe, lo más sensato era cumplir su voluntad. Si me estaba poniendo a prueba, no debía fallarle en lo más mínimo. Claro que eso me causaba un problema ¿qué excusa me buscaba para dentro de una semana?
El tiempo que transcurrió durante esa semana, no hice nada en especial. Simplemente, seguí con mi rutina de pasante de abogado, mago taumaturgo y succionador de sangre en mi tiempo libre. No quise en ningún momento llamar la atención cambiando mi rutina, y además, no consideraba que hubiera una forma real de prepararse para una reunión semejante, así que simplemente actué como si nada. Eso sí, me tomé la molestia de averiguar, con los medios que disponía a mi alcance, si la carta era de veras del Príncipe o no. Para ello, me centré en el sello de la carta, y la comparé con documentos antiguos de importancia que había en la biblioteca de la Capilla, redactados también por el Príncipe para algún que otro miembro del Clan y que la Capilla había decidido guardar para la historia del Clan. El sello de ambos coincidía, así que, o era una falsificación muy buena, o la carta era auténtica. Decidí arriesgarme y optar porque realmente lo era.
Al final, opté por una excusa sencilla para escaquearme. Le comenté a mi sire que para el caso que estaba investigando, debía consultar unos libros que no se encontraban entre los que guardaba el bufete. Por fortuna, todavía conservaba la amistad del decano de mi antigua facultad de derecho, y entre otras cosas, me había permitido hacerme una copia de la llave de la biblioteca de la facultad, para que pudiera entrar todas las veces que quisiera, incluso aunque estuviera cerrado al público, siempre y cuando simplemente usara la biblioteca para el estudio y no extraviara ningún libro. Así que en vez de ir al bufete, supuestamente, esa noche iría a la biblioteca de la facultad. Supuestamente.
En aquel momento, había venido con mi simple pantalón y cazadora negra abierta, mostrando una sencilla camisa blanca. Esta vez me había quitado las lentillas, ya que ante los vástagos no ghouls era necesario ocultar mis ojos rojos. Me guiaron hasta una enorme mesa, algo oscura, en donde parecía que no había nadie, o eso a simple vista, ya que al fondo parecía haber una figura oculta en sombras, aunque no estaba seguro si se trataba de un ser vivo, un ser no-muerto, o un mero mueble.
-Buenas, soy Jack Holmes, vengo como el Príncipe me solicitó, encantado.-dije a la sombra, por si acaso respondía. Pero no lo hizo. Ignoré la falta de respuesta y me senté en uno de los asientos, a la espera.
Otros tres vástagos acudieron a la cita. A la medida que se iban acercando, yo me fui levantando y les mostraba mi mano con intención de estrecharla a cada uno de ellos, a la vez que les decía mi nombre con una agradable sonrisa, deseando causar buena impresión. Aunque con una vampiresa en concreto me permití el lujo de ir un poquito más lejos.
-¡¿Jennifer McHugh?! ¡Qué gran honor el conocerla! Soy un fan de sus películas, ¿puedo pedirle el favor de que me firme un autógrafo? ¡Seré la envidia de mis amigos!-comenté mientras le pasaba un bloc de notas y un bolígrafo. Realmente no es que fuera muy cinéfilo, pero cuando era humano y salía con amigos de la facultad a veces íbamos al cine y sabía reconocer a una estrella. La verdad es que la mujer me traía cierto interés, pues conociendo el tipo de películas que hacía, descubrir que ella también era una vampiresa no dejaba de resultar irónico.
Pero no hubo mucho tiempo para más presentaciones. Un par de golpes a la mesa llamaron mi atención y vi como las luces se encendieron y la figura de la sombra se reveló como un hombre joven de unos treinta años, algo robusto. Nunca le había visto antes, pero en la Capilla ya me habían hablado de él, por lo que le reconocí enseguida. Era el Sheriff. Y sin presentarse ni nada, fue directo al motivo por el que nos habíamos reunido todos.
Mis ojos rojos se pusieron en blanco unos instantes ¡¡¿Semejante gema con tal poder existía?!! Mi primer impulso era poseer esa gema, hacerme con su poder y aprovecharlo para alcanzar la gloria absoluta dentro de la sociedad vampírica. Pero rápidamente descendí de las nubes. No, no era sensato que un neonato como yo, que todavía no tenía suficiente poder como vampiro, tuviera una gema semejante. Su poder sólo me traería enemigos y problemas, y no duraría mucho. No, la mejor opción era la que decía el Sheriff, que la gema estuviera controlada por el Príncipe. Así, cuando yo alcanzara el poder suficiente para convertirme en Príncipe, podría conseguir la gema y usar su poder sin miedo. No había prisa en usar tan poderoso artilugio mágico. Una de las ventajas de ser vampiro es que uno, si juega bien sus cartas, tiene a su disposición todo el tiempo del mundo.
Entonces el Sheriff preguntó si teníamos dudas. Por mi parte, un montón. La primera era saber por qué nos habían escogido a nosotros para esa tarea, pero no la formulé, no fuera que pensara el Sheriff que dudaba de mis capacidades, o que dudara de las capacidades del resto de los presentes. Así que me fui a otra pregunta, también bastante importante.
-Antes de nada, gracias por confiar en nosotros para la misión. No le defraudaremos.-comenté con plena confianza en mi mismo, para elevar la confianza del grupo.-Ahora bien, necesitamos saber algo más de esa gema ¿Cómo es que semejante artilugio ha llegado a esta ciudad? ¿Quiénes son sus posibles poseedores? ¿Y quiénes, aparte de nosotros y del Príncipe, conocen de la existencia de la gema? En definitiva ¿contra quién es posible que nos toque enfrentarnos?
Conocer al enemigo era el primer paso para ganar una batalla. Aun así, me sentía incómodo con esa misión. Yo era un investigador, no un luchador. Lo mío era pensar, y este tipo de gestas que implicaban actuar sin tiempo para pensar no eran precisamente lo mío. Pero si el Príncipe me había elegido, no podía negarme. Recuperaría la gema para el Príncipe, costase lo que costase.
Edit by Admin: He puesto en spoiler todo el rollo de antes de llegar a la reunión, que al resto de jugadores ni les va ni les viene y es probable que les desmotive bastante tener que leer dos páginas de post para luego ver que no tiene nada que ver con ellos. Creo que ya lo dije pero lo reitero, intentad ser breves.
Ressu Crebalt- Novato
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Edad : 37
Localización : En mi rincón emo ¿dónde si no?
Re: Leales al Príncipe [Post I]
- Spoiler:
- -rodando escena final, toma trece ¡acción!
Al instante la maquinaria se puso en marcha e hizo caer nieve de forma artificial sobre el plató donde rodaba, el escenario estaba perfectamente decorado simulando muy bien los jardines del castillo de Osaka y en escena todos los actores que interpretaban a los 47 ronin. La escena estaba siendo rodada con una cámara colgada en una grúa que empezaba en un plano general y acaba acercándose hasta Oishi(me empeñe en que la escea final debia ser solo una toma sin cortes) que volvía a ser el protagonista que se encontraba caminando de un lado a otro mientras que el resto de los ronin estaban sentados en el suelo con sus katanas.
-Hace tiempo, llevamos a cabo nuestra venganza-comenzó a hablar Oishi mientras la cámara se acercaba- y a causa de ello fuimos maldecidos y no volvimos a ver nunca mas el sol, pero eso no significa que debamos dar la espalda a nuestra patria, este sigue siendo nuestro hogar y sus habitantes siguen siendo nuestra comida ¡así que no permitiremos que ni los ingleses ni los americanos ni ningún occidental tome lo que es nuestro! ¡por que somos los 47 vampiros ronin!
Oishi desenvaino su katana y apunto al cielo y los demás se levantaron he hicieron lo mismo mientras la cámara se alejaba.
-¡Corten! bien chicos, ha quedado perfecto, así que ya hemos terminado el rodaje de 47 vampiros ronin 2, muchas gracias por todo el esfuerzo que habeis hecho.
el equipo se felicito mutuamente y comenzaron a desmontar el plató y los chicos de catering trajeron comidas y bebidas para celebrarlo mientras otros sacaban fotos para el recuerdo. como pronto iba a amanecer me las apañe para escaquearme pronto, no sin antes darle unas indicaciones a mi ayudante para los prox dias en los que hariamos el montaje de escenas.
Aparque la moto frente al piso donde vivía y cuando sacaba las llaves vi que en el portal había un chico de cabello negro y de aspecto cansado.
-vaya, haga lo que haga siempre habra alguien que me localice para tener un autógrafo- le conteste mientras me acercaba a él- espero que sea una copia original, porque ya estoy cansada de firmar copias piratas de mis películas.
Me decepciono que no fuera un fan, pero me olvide rápidamente de ese detalle cuando el ghoul me entrego la carta y me contó sobre que se trataba y que no debia contarle a nadie sobre la carta
...
-le intente sacar un poco de información al ghoul, pero no me contó mas detalles, luego hice un par de investigaciones para autentificar el señor del príncipe y parecía... - Me quede en silencio embobada mientras veía el final de "Hasta que llego su hora" en la pantalla del cine y juraría que mi Sire dejo de escucharme porque estaba igual que yo. Cuando los creditos terminaron retome la conversación.- y parecía ser autentico, entonces vine a verte para saber tu opinión.
-maldito spaghetti, siempre se salía con la suya,con cuatro dolares te hacia una obra de arte en España...déjame ver el sello- le di la carta a mi sire y espere mientras la observaba.- no se que se traerá entre manos la camarilla, pero lo mejor será que te prepares bien Jeny, no te fíes de nadie e intenta mantenerte al margen de la política. Y ahora cuéntame que tal fue el rodaje de tu secuela ¿conseguiste la música que querías para la ost?.
...
Al llegar a la puerta del club me encontré con dos seguratas que tenían intenciones de cachearme y de confiscarme las armas, les di mi katana pero siguieron con el cacheo- yo también quiero cachearte- dije de forma picarona y me puse a tocar al al guardia poniéndolo bastante nervioso y rojo. Al final se disculpo diciendo que eran sus ordenes- si yo me lo tomo como un cumplido hombre.-le dije entre risas mientras entraba al club
Ya en la sala donde se celebraría la reunión fui directa a unos de los asientos y espere a que comenzase, no habia nada interesante ahi, salvo la cosa que estaba oulta entre sombras, en otra ocasión habria ido directamente hasta esa cosa y ver que era, pero como esto era algo muy formal pues intentaba estar tranquila, por lo que pase el tiempo pensando en ideas para la 3 parte de mi trilogia hasta que me interrumpieron.
-claro, dame ese boli- le conteste al vampiro que se declaraba como un admirador de mi obra, me resulto gracioso ya que habian muchos vampiros que veian ofensiva la forma en que describía a los vampiros de mi pelicula, muy distintos a como son en la realidad.- "Para Jack Holmes "el monstruo" mas guapo del club. Jennifer Mchugh"
Le di un beso a la hoja dejando la marca de mi pintalabios y se lo entregue a Jack esperando que se tomara en broma lo de "monstruo" justo al dársela comenzó la reunión precedida por el sheriff de la ciudad donde explico el porque estábamos ahi, sobre la gema y los beneficios que podríamos conseguir si cumplíamos la misión, mientras fantaseaba con la idea de tener crédito ilimitado para mis películas seguí escuchado al sheriff hasta que acabo y nos pregunto si teníamos alguna duda o si queríamos hacer un comentario.
-habra que llevar un saquito con arena por si la gema se encuentra sobre un altar y sustirlas con el mismo peso, ya sabéis, indiana jones y el arca perdida...la roca gigante que rueda ¿la habeis visto no?... en fin tengo una duda de verdad. Igual que Jack me siento halagada por todo esto, pero ¿por que nosotros? osea, desconozco las habilidades de mis compañeros pero yo apenas he cambiado me dedicaba a mis pelis antes y sigo dedicandome a mis pelis ahora por lo que digamos que...-me rasque la cabeza como si quisiera buscar las palabras adecuadas.- ¿esto no es algo muy grande para una novata como yo?
Vale, se manejar una katana y podría defenderme si la situación lo requería, pero si algo me ha enseñado el cine es que cuando juntan a un grupo de novatos para una mision importante en realidad se trata de una misión suicida que sirve como cebo, por lo que quería saber si valía la pena o no arriesgar mi no-vida
Kokonoe- Novato
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